Entre la academia y la escritura: el oficio de habitar la literatura en Oscar Quiroz

 

La lectura fue, en la infancia de Oscar Quiroz Muzat, un encuentro ineludible. Su abuelo le tendía libros con una seriedad que imponía respeto, pero también despertaba curiosidad. Así conoció el artefacto literario. Años más tarde, en una sala de clases de primero medio, su profesora —Marcela Arcos— lo invitó a escribir poesía. No era una propuesta estética, era una tarea escolar. Pero ese gesto, formal y acotado, abrió una posibilidad que aún hoy lo acompaña.

Desde entonces, la escritura no ha sido para él una práctica decorativa. Es una forma de estar en el mundo. En cada verso, en cada relato, en cada glosario altiplánico, Oscar sostiene lo que otros suelen empujar al margen. Lo suyo no es solo decir: es insistir en lo dicho.

Oriundo de Putaendo, se formó como profesor de Enseñanza básica, especializándose en Filosofía y Lenguaje, tras graduarse de Magíster en Orientación y Familia, además de cursar postítulos y diplomados, le ha permitido transitar por diversos roles educativos en la gestión administrativa. Su trabajo en el aula, como él mismo afirma, ha sido una extensión de su proceso creativo. Para él, la escritura como herramienta pedagógica, es capaz de activar procesos de reflexión, autoconocimiento y transformación.

Su acercamiento a la poesía fue libre desde el inicio, mediado por lecturas de Gabriela Mistral, Alfonsina Storni y otros autores hispanos, pero rápidamente giró hacia lo propio, no desde lo autobiográfico, sino desde lo común. Así nacieron también sus relatos —inspirados en leyendas del Valle del Aconcagua—, donde la memoria colectiva se vuelve voz escrita. “Las historias del campo y de la ciudad conectan con algo que todavía resuena”, señala.

Su obra no responde a un género fijo. Escribe poesía, relatos, ensayos. Sus textos hablan del cuerpo, del colapso mental, de la familia, de escenas que imagina y de otras que no sabe si ocurrieron. Algunos poemas llevan nombres propios, otros no. Su producción escapa a la clasificación: busca dejar constancia de lo inasible.

Actualmente participa como docente en un diplomado sobre salud mental, donde reflexiona junto a psicólogos sobre los vínculos entre esquizofrenia, arteterapia y escritura. Su trabajo apuesta por integrar saberes, cuestionar las fronteras entre disciplinas y reivindicar la escritura como un lenguaje legítimo de lo sensible. En esa misma línea, ha colaborado con la Universidad de Salamanca, investigando a poetas que se suicidaron, y explorando los vínculos entre colapso vital, expresión creativa y salud mental. “Detrás de cada poema hay una mente viajando por dimensiones que no siempre son lógicas”, afirma. En ese viaje también se escribe a sí mismo, con una obra que va desde lo íntimo hasta lo territorial, donde cada palabra señala un lugar, una ausencia o una herida.

Ese mismo impulso lo ha llevado a publicar libros “Plenilunio en el pomar” 2021 e “Historias de Claroscuro” 2025, además de formar parte de libros de Antologías nacionales e internaciones, una de ellas traducida al indonesio. Integrarse a colectivos como Putaendo Histórico y Comunidad Internacional Mailén, y formar parte de la Sociedad de Escritores de Chile SECH, filial Los Andes. Más que logros, esas experiencias han sido formas de sostener una práctica que entrelaza creación, docencia y comunidad.

El mayor interés para Oscar, es que el lector se reconozca. El que se le acerca y dice: “Esto me pasó a mí”, “tu poesía me encanta e inspira”. Esa es la validación que lo impulsa a seguir: no la autoría, sino el encuentro.

Oscar Quiroz no escribe por oficio. Escribe porque algo debe ser dicho. Y eso, muchas veces, no tiene forma. Su trabajo es buscarla. Dice que tiene una novela empezada. Que el tiempo escasea. Que entre clases y responsabilidades se abre poco espacio para escribir. Pero insiste. Escribe como puede, cuando puede. Quizá eso defina mejor su práctica: no la voluntad de ser escritor, sino la urgencia de no callar. Y, en ese gesto, se sostiene.


Elaborado por equipo Valle Abstracto.

Comentarios

  1. Gran escritor del valle del Aconcagua. Su literatura es cautivante. Felicitaciones. Linda entrevista.

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  2. Agradezco la entrevista, este espacio para la cultura que busca construir un mundo mejor, excelente redacción profunda y profesional.

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  3. Excelente. Felicidades Hector!! Un fuerte abraxo desde Miami

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